¿Existe algún factor en común que tienen los emprendedores más exitosos del mundo? En algún momento comencé a plantearme esa pregunta y decidí investigar la razón “detrás de escena” de muchos de los mejores emprendimientos y proyectos exitosos que conozco. Esto es algo que me planteé desde muy chico, pues desde que tengo uso de razón he tenido actitudes emprendedoras.
SIEMPRE ME APASIONÓ GENERAR IDEAS PERO ADEMÁS TRABAJAR PARA CONCRETARLAS, PONERLAS EN MARCHA.
De hecho mi día a día está profesional está dedicado a trabajar en mis propios proyectos y a su vez, a ayudar a otros emprendedores a concretar y gestionar sus negocios.
Empecé a tantear algunas alternativas y sin dudas algunas asomaban como firmes candidatos a ser ese factor en común de los emprendedores que yo buscaba.
La perseverancia y el esfuerzo eran de los más renombrados seguido muy de cerca por el saber (o el conocimiento), así como también la disponibilidad de recursos económicos del potencial emprendedor.
Un poco más atrás figuraba la calidad y el tamaño de la red de contactos disponibles. También surgía el equipo de trabajo con que contaba. Había quienes aseguraban que el lugar (o contexto) en donde se desarrollara la actividad era determinante y por último aparecía el tiempo disponible del emprendedor como factor fundamental para desarrollar exitosamente un proyecto.
Decidí entonces probar cada una de estas posibilidades, quería simplemente observar que sucedía cuando dejaban de ser teoría y las enfrentaba a la realidad.
Porque sin dudas eran puntos importantes pero yo buscaba un factor común que pudiera ser reconocido y confirmado por los emprendedores reales, no por académicos.
Entonces, ¿confirmaba o refutaba a estos como factor común?
Empecé por los más renombrados y sinceramente no demoré demasiado en encontrar casos que me demostraban que, aun sin tanto esfuerzo, pueden lograrse resultados exitosos en los emprendimientos.
De esta manera el esfuerzo ya quedaba descartado.
Asimismo, descubrí una buena cantidad de proyectos donde los emprendedores aseguraban que no debieron perseverar y perseverar repetidas ocasiones para lograr concretar exitosamente sus objetivos.
Afuera perseverancia también.
Por el contrario, conocí algunos casos donde aún habiendo dedicado muchísimo esfuerzo y perseverancia, no se habían logrado resultados satisfactorios.
De hecho…
EL ESFUERZO Y LA PERSEVERANCIA LEJOS HABÍAN ESTADO DE SER GARANTÍA DE ÉXITO SINO TODO LO CONTRARIO, HABÍAN DEJADO EN LOS INDIVIDUOS UNA INMENSA SENSACIÓN DE FRUSTRACIÓN Y RECHAZO AL MUNDO EMPRENDEDOR.
Cuando evalué el factor conocimiento me topé con muchísimos casos de personas que habiendo puesto en marcha proyectos geniales me aseguraban que al momento de emprender no habían elaborado ningún plan de negocios, no sabían lo que era un FODA, ni habían determinado el punto de equilibrio de su negocio, no tenían ni la menor idea de que se trataba un CANVAS, menos aún un flujo de fondos.
A pesar de que muchos “especialistas” estén convencidos que para convertir personas en emprendedores deben enseñarles ciertas técnicas de economía y gestión, la calle me confirmaba que tampoco era el conocimiento un factor sin el cual resultaba imposible emprender.
En cuanto a los recursos pude encontrar proyectos sobre-financiados, convertidos en verdaderos shows del despilfarro.
Por otro lado, la grata sorpresa de dar con emprendedores que con un puñado de monedas en los bolsillos supieron difundir sus ideas convincentemente y persuadir a inversores para que los apoyen en sus proyectos.
Descartaba de este modo el tema de la disponibilidad de recursos como clave para emprender.
Fueron muchos los casos en los cuales la clave del éxito no había sido contar con una nutrida red de contactos.
Proyectos de emprendedores que habiéndose mudado de ciudad, de región o hasta de país, sin disponer del teléfono mágico de ningún personaje, lograron implementar sus ideas exitosamente.
En mi recorrido logré toparme con muchos proyectos exitosos, realizados por individuos trabajando en forma independiente, sin un enorme y capacitado equipo de trabajo alrededor o también proyectos exitosos concretados en lugares y contextos donde no reinaba una estabilidad económica ni había programas públicos de apoyo a la creación de nuevas empresas.
En otros casos, aún con clima muy hostil o una situación geográfica desfavorable, los emprendedores habían conseguido lograr y hasta superar sus objetivos. Es importante aclarar que en esos mismos lugares o contextos, previamente, otras personas habían asegurado que no se podía hacer absolutamente nada…
Por último analicé el tiempo, y encontré a muchos emprendedores seriales, que a aun sin disponibilidad aparente de tiempo, lograban hacerse de ratitos en la semana o los fines de semana, para así lograr avanzar con sus ideas y concretar sus objetivos.
Si bien eran puntos que en algunos casos facilitaban la tarea, estaba claro que ninguno de esos era el factor en común que yo buscaba.
Pero en algún momento se alinearon los planetas y entonces fue que lo descubrí: EL REBUSQUE.
¿A que me refiero con REBUSQUE?
Simple: a poner por sobre cualquier otro factor o disponibilidad, el ingenio y la creatividad. Porque solo de esa manera se pueden vencer los paralizantes “no tenemos”, “no sabemos”, no podemos”.
Aprender REBUSQUE para enseñar REBUSQUEEN TODO EMPRENDEDOR EXITOSO HAY SIEMPRE UN GRAN REBUSCADOR.
Hoy me considero un fanático del REBUSQUE, más aún, una especie de militante del REBUSQUE. Y en estos últimos años me he convertido en un verdadero coleccionista de los más variados casos de REBUSQUE aplicados a emprendimientos.
Emprendimientos de todo tipo, negocios, deportes, política, arte.
A partir de esta situación, se me ocurrió empezar a analizar e investigar el REBUSQUE, para intentar descifrarlo y de esa manera lograr comprenderlo. Me interesaba saber ¿como sucede?, ¿por qué sucede?, ¿qué hacen los rebuscadores habitualmente ante determinadas situaciones?
Mi objetivo era lograr encontrar técnicas, actitudes, claves, detalles. En simples palabras me interesaba descubrir lo que denominé “La Ingeniería del REBUSQUE”. De esa manera iba a poder aprender REBUSQUE para luego llevar ese conocimiento generado a otros emprendedores.
Esto sin dudas iba a resultar útil para motivar a esos emprendedores a enfrentar sus escollos y dificultades y además los iba a permitir inspirarse para encontrar maneras originales y creativas de resolver los obstáculos y desafíos que sus proyectos les presentasen.
Técnicas del REBUSQUE
Las 6 claves del rebusque que surgieron de este análisis fueron:
No se ponen ni soportan las excusas: Los rebuscadores son conscientes que jamás se dará una situación perfecta o ideal para emprender. Demorar sus proyectos esperando esa utópica situación donde todos los semáforos están en verde no sirve de nada. Así es que evitan excusarse y simplemente se ponen en marcha, avanzan.
Desafían al Status Quo: Los rebuscadores se animan a desoír las reglas y las recetas que otros establecieron. Se sienten cómodos abriendo y transitando nuevos caminos. Creando sus propios métodos y arribando a nuevos destinos.
No se autolimitan: No se convierten ellos mismos en su propio obstáculo. Confían plenamente en sus capacidades. No le temen al error ni los paraliza el desconocimiento. Consideran al mal paso como una parte inevitable del proceso que les aportará experiencia y se capitalizará como conocimiento.
Saben mirar con otros ojos: Ante algo que les falta saben reinterpretar el objetivo y así encontrar entre sus disponibilidades originales soluciones. Son conscientes que siempre existen muchas alternativas para arribar a un mismo objetivo y está en ellos encontrar la que este a su alcance.
No despilfarran: Cuidan y aprovechan al máximo todas sus disponibilidades. Para ello planifican, optimizan, priorizan, reutilizan y fundamentalmente, si descubren que algo en sus proyectos les demanda atención o recursos y no agrega valor en la medida suficiente, no dudan en eliminarlo.
Piensan: Mucho y con la cabeza bien abierta. Desarrollan al máximo su capacidad creativa porque saben que ahí radica su herramienta más potente, fiel y genuina con la que lograrán resolver cualquier conflicto o desafío que se les presente en sus emprendimientos.
Para finalizar, es importante sintetizar este artículo asegurando que para emprender hacen falta solamente dos cosas: una idea y muchas pero muchas ganas de rebuscárselas para llevarla adelante.
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